Corredor biológico

Nicanor Merchán Luco

El pasado día 20 de marzo, el periodista Andrés Mazza trae una publicación en este medio, en el que señala que el Parque Nacional Cajas y el bosque protector de Mazán forman parte del Corredor Biológico Mundial. El objetivo es unir los espacios naturales del mundo para promover y desarrollar un cuidado especial; este es un proyecto internacional, el que está interesado en proteger estas áreas con políticas de sostenibilidad. En el Ecuador existen varias áreas que forman parte de este corredor y se unen a los de América Latina.

El propósito es buscar también una conectividad de manera biológica con las estrategias de manejo ambiental; la inclusión del Parque Nacional Cajas y del bosque protector de Mazán exigen a las autoridades correspondientes una mayor preocupación en el cuidado y protección de estas áreas, por ejemplo la basura no sólo se encuentra  lo largo de la vía Cuenca-Molleturo-Naranjal sino que inclusive se encuentra en las rutas determinadas y señalizadas por el Parque Natural, el ganado de propiedad privada está suelto por cualquier parte y compiten con las especies naturales.

Para pertenecer al Corredor Biológico Mundial se requiere de un manejo más estricto y de mayor cuidado, hoy el Parque Nacional Cajas y las áreas protegidas están “a la buena de Dios”. Existe un descuido visible y pronto esta designación puede quedar para ponerle en un marco y colocar en la oficina de la directora de ETAPA, al igual que la designación del Macizo del Cajas como la quinta Reserva de la Biósfera Mundial, la que desde hace años no ha servido para nada. En poco tiempo más la red de espacios para establecer un gran cinturón verde que rodea a nuestro planeta será interrumpida en el Azuay por el descuido y el quemeimportismo de sus funcionarios. (O)