“Los abuelos con nuestros padres siempre mataban un chancho para comer en las reuniones familiares y las fiestas. Tratamos de mantener esa linda tradición”. Así Rosa Vivar, de 66 años de edad, explicó sobre el por qué su barrio Jesús del Gran Poder, de la parroquia Sidcay, efectuó ayer por segundo año consecutivo el “Festival de la fritada”.
El evento reunió a los vecinos de diferentes sectores de la localidad que con el apoyo de los estudiantes del Instituto Tecnológico Sudamericano elaboraron alrededor de 2.000 platos de esta delicia de la gastronomía azuaya.
Sidcay destaca por su comida
Todos se reunieron temprano en la cancha del barrio -que se ubica detrás de la capilla- para matar tres chanchos y obtener la carne que se cortó en pequeñas rodajas que se cocinaron en grandes pailas de bronce y a leña.
Rosa aprendió de su mamá porque -cuando era niña- le ayudaba por varias horas a realizar la fritada que resultaba deliciosa.
“La elaboración es bastante sacrificada, se tiene que alinear con la sal, el ajo, comino, orégano, cebolla, limón, entre otros productos naturales con tal que la carne resulte jugosita”, dijo nostálgica tras recordar esos gratos momentos.
La receta detrás de la fritada
María Cuzco, de 72 años de edad, fue otra de las vecinas que estuvo en el lugar para elaborar esta receta. La mujer comentó que las familias del barrio acostumbran a realizar la fritada para festejar a las madres, disfrutar del Carnaval o de la Navidad y Fin de Año.
Para María, el punto exacto de la fritada es cuando se seca el agua para obtener la manteca que en el proceso de cocción le da a la carne una tonalidad dorada. “Algunas personas prefieren la carne más quemadita, pero eso ya depende de los gustos”, expresó.
Los asistentes, entre ellos, algunas autoridades locales y cantonales resaltaron la dedicación de los moradores luego de degustar los platos. Asimismo destacaron la unidad del barrio por dejar en alto el nombre de la localidad y su parroquia.
La directiva del barrio organizó el “Festival de la fritada” con el respaldo de la Municipalidad de Cuenca. Además se cumplió en el marco de las festividades religiosas en honor a su patrono Jesús del Gran Poder.
Apoyo del Municipio
Edison Cuzco, presidente del sector, resaltó la voluntad del alcalde Cristian Zamora de convertir a la parroquia Sidcay en la “tierra de la fritada”, considerando los antecedentes gastronómicos de la zona.
Cuzco aspira recibir el próximo año y los venideros el apoyo municipal para que este evento se convierta en una tradición entre las parroquias rurales del cantón. -(I)
Detalles
1 día entero toma realizar la fritada. El proceso inicia desde matar el chancho, preparar la carne hasta cocinarla en grandes pailas de bronce.
Los moradores del barrio utilizaron al menos tres pailas para elaborar esta delicia. Los platos los acompañaron con mote, ensalada, papas y el ají.
En la segunda edición del festival se prepararon alrededor de 2.000 platos de fritada superando los 1.000 que se vendieron en el evento del año anterior.
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