En Ecuador, el último estudio publicado en el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI) y elaborado por el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), revela que los sectores de energía y cambio de uso del suelo y silvicultura (USCUSS) son los principales emisores de gases de efecto invernadero. En particular, el sector eléctrico representa el 51 % de las emisiones de GEI, por el uso de combustible fósil para el transporte.
Por ello, en un contexto global donde la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad, las empresas ecuatorianas están reconociendo cada vez más la importancia de adoptar políticas ambientales responsables, especialmente en la reducción de su huella de carbono. Con la creciente importancia que han adquirido los impactos que genera el cambio climático, el impulso hacia prácticas sostenibles ha emergido como una estrategia clave para el crecimiento y la competitividad empresarial.
La implementación de prácticas sostenibles no es solo un compromiso con el planeta y la sociedad, sino una estrategia de negocio inteligente, las empresas no solo ayudan a proteger el medio ambiente, sino que también aumentan su eficiencia, su capacidad competitiva y su imagen frente a clientes y colaboradores.», aseguró Marcelo Delgado, Coordinador de Riesgos Ambientales y Sociales de Produbanco.
Partiendo de estas premisas, detalla los beneficios, retos y oportunidades que las empresas pueden obtener una vez que adoptan políticas corporativas sostenibles.
Beneficios clave de adoptar políticas de huella de carbono
Las empresas que implementan políticas de huella de carbono disfrutan de una serie de beneficios que van más allá de su contribución al medio ambiente:
- Beneficios económicos: La optimización de recursos y la reducción de desperdicios pueden traducirse en ahorros significativos, los cuales pueden reinvertirse en otras áreas o proyectos de expansión.
- Resiliencia y adaptación: Las empresas que adoptan estas políticas están mejor preparadas para enfrentar los impactos del cambio climático, mitigando riesgos y mejorando su capacidad de adaptación.
- Mejora de reputación y competitividad: Los consumidores y socios comerciales prefieren trabajar con empresas que demuestran un compromiso tangible con la sostenibilidad, lo que mejora la imagen corporativa.
- Acceso a nuevos mercados: Muchas industrias, especialmente aquellas en Europa y América del Norte, buscan proveedores que cumplan con estándares ambientales y sociales elevados, lo que abre puertas a nuevos mercados.
- Contribución global: Al implementar políticas de huella de carbono, las empresas contribuyen a los esfuerzos globales para gestionar el impacto del cambio climático.
Retos y oportunidades para las empresas
Sin embargo, la implementación de estas prácticas no está exenta de desafíos. La falta de conocimiento sobre el tema, la necesidad de inversión inicial y la resistencia al cambio dentro de las organizaciones son obstáculos comunes. A pesar de ello, las tecnologías emergentes están facilitando el proceso, con herramientas avanzadas para el monitoreo de emisiones y soluciones innovadoras para mejorar la eficiencia energética.