¿Por qué las minorías le temen al método D’Hondt?

Si en las elecciones del 2025 se habría aplicado el método D’Hondt , ADN y la RC se habrían dividido toda la Asamblea, sin lugar para las minorías.

Desde las próximas elecciones pluripersonales, que serán las seccionales del 2027, en el país se aplicará para la asignación de escaños el método D’Hondt, remplazando el de Webster, que se usó en las elecciones de febrero pasado; este cambio fue parte de las reformas al Código de la Democracia que se aprobaron este 20 de junio del 2025 en la Asamblea Nacional.

La decisión tuvo el rechazo de las minorías en la Asamblea Nacional, en este caso conformadas por Pachakutik y el Partido Social Cristiano (PSC), que advirtieron que el método D’Hondt beneficia a las grandes organizaciones políticas y perjudica a los movimientos pequeños.

Precisamente los dos partidos que ahora tienen el mayor número de legisladores, Acción Democrática Nacional (ADN) y la Revolución Ciudadana (RC), se unieron para con 125 votos aprobar las reformas electorales.

“Lamentablemente, hoy el correísmo, con el Gobierno, han unido sus fuerzas para traerlo de vigencia nuevamente este método, con lo cual se atenta a la presencia de las minorías, que está garantizada en la Constitución; este método no representa la pluralidad con la que el pueblo ecuatoriano vota en las urnas”, recalcó Alfredo Serrano, asambleísta del PSC.

Eliminación de las minorías

Alfredo Espinosa, experto electoral, coincide con la visión del PSC y considera que, con la reforma del método de asignación de escaños lo que hicieron ADN y RC es repartirse, con antelación, el poder en los próximos consejos cantonales y en la Asamblea Nacional que se elija en el 2029.

“Preocupa la lógica bipartidista, que les sirve para eliminar a los competidores y cualquier tipo de voz contraria; con este método se va a afianzar el camino hacia ese bipartidismo, en el que, seguramente, solo existirá ADN y RC, sin dar espacio a las minorías”, recalcó el experto.

Más gobernabilidad

En la exposición de motivos de la reforma legal aprobada se señaló que, el objetivo de que en el país se aplique el método D’Hondt y no el de Webster es que el primero propugna “cierta estabilidad política”, proporcionando gobernabilidad al Régimen de turno.

Para Espinosa, el precio que el país pagará para brindar la gobernabilidad tan anhelada es muy alto, pues recalcó que el método D’Hondt les da a las grandes organizaciones políticas más votos de los que les corresponde, sobredimensionando el apoyo popular y, por lo tanto, dándoles una sobrerrepresentación.

La exlegisladora y vicepresidenta del movimiento CREO, Ana Belén Cordero coincidió con esta posición, pues consideró que ADN y el correísmo pretenden resucitar la “aplanadora” de Alianza PAIS en el 2013, cuando el entonces Gobierno obtuvo el 70 % de las curules en la Asamblea Nacional.

«Se han puesto de acuerdo el correísmo y el Gobierno, el grupo ADN, que supuestamente dicen ser el nuevo Ecuador, la nueva Asamblea; con esta reforma al Código de la Democracia quieren volver al método D’Hondt, que fue esa aplanadora durante el correísmo, por 10 años», señaló Cordero.

¿D’Hondt es un mal método?

Diego Tello, ingeniero matemático, recalcó que no existe un método de asignación de escaños bueno o malo; la situación radica en el uso que se le da.

Si la intensión es evitar la dispersión del voto y dar gobernabilidad en la relación Ejecutivo – Legislativo, el indicado es el método D’Hondt; pero, si lo que se busca es una mayor representatividad de los ecuatorianos, el mejor es el de Webster.

Hasta el momento en el país se ha reformado en 14 ocasiones el método de asignación de escaños, se ha pasado del más concentrador, el Imperial, hasta el de Webster, que es el más distributivo.

El método D’Hondt divide los votos obtenidos por los partidos para los números naturales (1, 2, 3, 4, etc.), hasta distribuir todos los escaños, de ahí se asignan los puestos por cantidad de votos.

Simulación con los dos métodos

Diego Tello realizó un ejercicio mediante el cual asignó los escaños obtenidos por ADN y la RC en las elecciones del 9 de febrero del 2025, mediante el método D’Hondt, lo cual habría modificado totalmente la conformación de la Asamblea Nacional.

Con el método de Webster, la Revolución Ciudadana obtuvo 67 escaños, mientras que con el método D’Hondt habría conseguido apenas 58.

Mientras que ADN, con el método de Webster consiguió 66 curules, con el método D’Hondt habría tenido 93.

Si en las elecciones del 2025 se hubiera aplicado el método D’Hond, ADN y la RC se habrían dividido toda la conformación de la Asamblea Nacional, no habría quedado nada para las minorías.

Reformas que no pasaron

Para que ADN y RC alcancen un acuerdo para votar juntos por las reformas al Código de la Democracia primero hubo un tropiezo.

El pleno de la Asamblea Nacional se instaló este 20 de junio del 2025 a las 09:00, para aprobar los cambios, pero, el correísmo no estuvo de acuerdo en que se eleve a ley la prohibición de usar celulares durante el sufragio; tampoco hubo acuerdo para permitir que quien aspire a un cargo distinto no deba renunciar para candidatizarse.

La ponente de la reforma, Rosa Torres (ADN), presentó una primera moción para que la ley se vote en dos partes, el primer bloque incluyó todos los artículos, excepto el 13 y el 35; mientras que el segundo bloque estaban los artículos anteriormente excluidos (13 y 35); 139 asambleístas votaron en abstención.

Para realizar cambios y someter el proyecto nuevamente a votación, Torres solicitó 30 minutos, que se convirtieron en más de 3 horas. Para alcanzar la votación mínima de 137 asambleístas se debió eliminar los dos cambios propuestos.

Andrea Salazar

Periodista multimedia especializada en temas políticos, judiciales, económicos y de migración con enfoque nacional.

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