El estudio, que mide en las 37 principales economías mundiales factores como la digitalización económica, la robustez de las redes sanitarias y sociales públicas o la apertura de los mercados a la inversión y la llegada de nuevos sectores, sitúa a los cuatro países en la cola en cuanto a preparación y adaptabilidad.
El mejor colocado de los cuatro es Chile, en vigesimocuarta posición, mientras que Brasil ocupa el puesto 26, Argentina el 30, y México el penúltimo, sólo por delante de Turquía.
Finlandia, Suecia, Dinamarca, Países Bajos y China son, por este orden, los cinco países mejor posicionados para recuperarse, mientras que Alemania ocupa el noveno puesto, Francia el décimo, Estados Unidos el duodécimo, Japón el decimocuarto y España el vigésimo.
El informe mide once variables, y entre ellas destaca que Argentina, Brasil y México ocupan los últimos lugares en cuanto a confianza de sus ciudadanías en los respectivos gobiernos, sólo por delante de Rusia.
La economía argentina, además, es última en incentivos para inversiones a largo plazo.
También están mal posicionadas estas economías latinoamericanas en cuanto a su preparación para los llamados «mercados del mañana», tales como la inteligencia artificial, los vehículos eléctricos, la producción farmacéutica, los viajes espaciales o los servicios financieros digitales.
Brasil es penúltima en cuanto a infraestructura educativa para esos sectores, el mismo puesto que Argentina ocupa en facilidad de creación de empresas en esos ellos y México en inversión para esas actividades. EFE