Filo de navaja

Andrés F. Ugalde Vázquez

OPINIÓN |Claro que fue un exceso. Un exabrupto lamentable durante el estreno de “La Posta”, programa de humor político que hace unos días, cometió la torpeza de describir a un dirigente campesino mediante el uso de un acróstico ofensivo. Y sí, razones de sobra había para protestar, para los comunicados de rechazo emitidos desde el gobierno, e inclusive para las acciones legales. ¡Pero hasta ahí! Luego de eso, entraremos ya en el campo de la venganza personal ¿Clausurar el programa porque no cumple las reglas y códigos deontológicos del canal? Una cosa de locos que sabe a la vieja represión del correísmo. Además, habría que preguntar dónde estuvieron esos códigos cuando los mismos canales transmitían las trastornadas “sabatinas” y su torrente de odio y epítetos sin tregua.  

Así que cuidado con encender las antorchas de la Inquisición, porque la paliza mediática que han recibido los periodistas de la Posta, aún frente a su garrafal error, refleja el mismo odio y visceralidad de la que estamos acusándolos. Olvidando inclusive que el ejercicio de humor político es un arte delicado, un filo de navaja en el que es fácil equivocarse, y esta vez, ellos se equivocaron. Pero no por ello podemos olvidar que, en otros momentos, esos mismos periodistas fueron voces valientes que se negaron a olvidar cuando se decretó la amnesia obligatoria. Que durante la larga noche del correísmo y la oscura SECOM, allá en esos días dónde se clausuraban medios de comunicación y se encarcelaban dirigentes, fueron ellos entre otros insensatos, los que denunciaron, escribieron (escribimos) y se sentaron (nos sentamos) en el banquillo de los acusados mientras los troles innumerables descargaban los peores insultos y diatribas. ¿Delito de odio? Ellos saben (sabemos) lo que significa…

Y no defiendo lo que los periodistas hicieron. Solamente quiero poner su falta en el contexto de una libertad de expresión, ajena a las apologías de odio y violencia, que deberá ir de la mano con la responsabilidad, pero jamás con la uniformidad. De una sociedad, decía, que recién comienza a recuperar su libre expresión y tal vez por eso, todavía no sepa bien qué hacer con ella… (O)

@andresugaldev