¿Día del amor para los adultos mayores?

Hugo Lucero Luzuriaga

El 14 de febrero de cada año, en muchas partes del mundo, se celebra el día del amor que posteriormente se extiende a la amistad, sin embargo, esta fecha como que se ha materializado, en donde cada vez menos importa los sentimientos. Empero, en los hogares, entre los enamorados y sobre todo en el mundo de los jóvenes se festeja el día del amor.

¿Pero este amor se entrega o comparte con las personas adultas mayores (PAM)? Desgraciadamente tenemos que aceptar que, y sobre todo la juventud, incluyendo la familia, que cada vez nos vamos alejando de los adultos mayores, creemos que son aislados, tristes, enfermos, que no pueden aprender, que son viejos de descarte si mayores sentimientos, y más bien son entes improductivos que muchas veces estorban. Lo citado induce a que las PAM cada vez se sientas más solas, como que son un estorbo y carga que la misma sociedad los va desplazando, comenzando desde, muchas veces, sus mismos mis hijos hasta el Gobierno o Estado que lo consideran casi una carga. En este triste contexto tenemos que aceptar, acaso con dolor, que casi no hay, o no mismo se da el día de amor y la amistad para los adultos mayores, que han dado mucho a la humanidad y que son la misma historia que tanto hablamos e incluso nos enorgullecemos.

Lo citado refuerza la interrogante: ¿Habrá día del amor para los adultos mayores? Una pregunta que debemos responder todos desde nuestra conciencia y sinceridad, desde nuestras acciones hasta el mismo día de hoy,  o acaso el día del amor es solo para nosotros y algunos otros, ladeando a los seres humanos que nos dieron la vida y siguen pendientes y acaso sufriendo por el futuro de los hijos y allegados en este mundo materialista, que se ha olvidado de aquellos que lo siguen llamado viejos, pero muchas veces no como expresión de cariño sino como estereotipo, en este espacio absurdo que ignora o no conoce de gratitud o  reconocimiento.

¿Existe el día del amor para nuestros adultos mayores?  La pregunta golpea nuestros corazones y acaso sentimientos y hasta con arrepentimientos. (O)