Utopía agraria

El mundo enfrenta una macro crisis, generada por la forma de producir, procesar y distribuir los alimentos. De esto depende la salud del planeta, de sus habitantes y sus sociedades, que se enfrentan a una agricultura globalmente industrial cuyo patrón es la avaricia, la rentabilidad y el control de las poblaciones.

Las presiones de un modelo ineficaz, irracional y no sostenible de producción de alimentos están llevando a la destrucción al planeta, sus ecosistemas y las diversas especies que lo habitan. La comida, cuya finalidad principal es proporcionar vigor y bienestar, constituye hoy en día el mayor problema de salud que hay en el mundo: casi mil millones de personas son víctimas del hambre y la desnutrición, dos mil millones padecen enfermedades como la obesidad y la diabetes y un sinfín de ellas sufren otras incluido el cáncer, ocasionadas por los agentes tóxicos que hay en los alimentos. La comida ha dejado de ser una fuente de nutrientes y se ha convertido en un producto, en algo con lo que se especula y de lo que se obtiene un beneficio económico. Esto da lugar a un aumento de los precios y suscita la inestabilidad social en todas partes. La guerra está vinculada con un sistema hipercapitalista que maneja agricultura y alimentación, fomentando el agro mecanizado e industrial, que destruye la agricultura doméstica, nativa, sencilla, respetuosa, no lucrativa en términos de dinero, pero si gestora de mitigar el hambre. No debemos tratar al mundo como sí fuese una máquina de artículos sin vida y desvinculando a la especie humana de todo el conglomerado llamado naturaleza, en donde cada especie cumple con una determinada función, y distanciado de muerte en base al empleo grotesco de una agroquímica sintética que sólo esclaviza y busca réditos monetarios, destruyendo la biodiversidad, mecanismos de simbiosis, vectores de polinización, gestores de vida y encanto natural. Esta praxis corresponde a una explotación irracional de los recursos, a cambio de riqueza de grandes corporaciones y en detrimento del planeta todo. Einstein anticipó “cuando desaparezca la última abeja, desaparecerá la raza humana”.  (O)

Dr. Eduardo Sánchez

Doctor en Química por la Universidad de Cuenca. Excatedrático de la Universidad de Cuenca. Director del Proyecto “Reproducción de orquídeas por semillas”. Conferencista y articulista internacional.

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